Despierta mi mente
y te haré volar alto.

19 feb 2014

Siete vidas.

Te escribo para hablarte de todo esto. De todas esas cosas, esos pequeños detalles que has obviado y no deberías haber pasado por alto.
Decirte que lo hicimos mal. Ese concepto tan tópico que teníamos de querernos era monstruoso. Decirte que hay cosas que se entendían perfectamente sin tener que pronunciarlas en alto, pero no aprendiste a leer entre líneas. Decirte que el invierno compartido es aún más bonito. Decirte, una vez más, que llegaste tarde. No a ninguna de nuestras citas, no; en eso siempre eras puntual. Me refiero a expresar lo que sentías. Cada cosa tiene su momento, y tú nunca encontraste el adecuado para nada. Decirte que he tenido demasiada paciencia contigo y que espero que esto te sirva de lección para la próxima chica que se cruce en tu camino. Decirte que no puede ser todo a tu conveniencia. Ya ves, el amor tiene un reloj propio e indomable. 
Y decirte, por último, que voy a necesitar siete vidas, como los gatos;
una para quererte y las otras seis para olvidarte.