Despierta mi mente
y te haré volar alto.

16 sept 2013

Anymore.

Te preguntaría mil cosas. Pero tú no me responderías.
Te escribiría mil veces. Pero tú no me leerías.
Te daría mil besos. Pero tú no me corresponderías.
Te dejaría volver una vez, solo una vez. Porque tengo el corazón hecho novecientos noventa y nueve pedazos, y no creo que soporte hacerse añicos mil veces más. No creo que pueda romperse ni una vez más sin que termine habiendo daños mayores.

Lo jodido es que yo lo dejaría todo por ti, y a ti te daría igual. Porque en el fondo siempre te he dado igual. Pero claro, es mucho más fácil engañarse y jugar sin piedad al juego de aparentar. De aparentar amor. De aparentar algo que nunca has sentido. Porque no sabes querer. Ese es tu defecto. A la mínima que alguien te demuestra que te quiere, coges tus cosas y te vas. Mas, esta vez te has dejado algo: A mí. 
Yo era tuya... Y me has dejado aquí.

Sigo sin entender nada. 
Absolutamente nada. 
Y siempre me han dado miedo los 'nada'.
(En mi cabeza solo se repite el 'ya no hay nada, nada, nada...'
Y tengo miedo.
Y tú no estás para quitarme este miedo al vacío, este miedo a que todo se resuma en un final de algo que no empezó).

13 sept 2013

Mamá.

Lo siento, mamá... Te prometí que no volvería a pasar. Y, te juro, que lo he intentado. De verdad.
Me prometí a mí misma no volver a hacerlo la primera vez que te vi llorar frente a la ventana. Me prometí que no volvería a ser tan jodidamente egoísta y que pensaría en la gente que me quiere antes de hacerlo otra vez. Me prometí que no volvería a hacerte llorar nunca más. Me prometí que todo cambiaría. Me prometí que dejaría de odiarme. Me prometí que dejaría de darme asco. Pero no he podido. No he podido más con toda esta mentira. 

(No llores...).

Todo es demasiado difícil, ¿sabes? No quiero decir que todo me va mal, porque no es cierto, porque nada puede ir mal si tú me quieres. Pero nada va bien, mamá. 
Intento ser feliz, tal y como me dijiste. Aunque... Ya sabes como es esto. 
No sé cual es el problema. Lo he estado pensando muchas veces. Y puede que el problema sea yo. Puede que siempre haya sido yo el problema. No lo sé.
Solo te escribo esto para pedirte perdón, porque sé que soy una mala hija al hacerte pasar por toda esta mierda. Te mereces algo mejor... 
Pretendo que tú seas feliz, ¿lo sabes, verdad? Y las dos sabemos que te sería más fácil ser feliz si yo no hubiese nacido. A pesar de que me digas que soy lo mejor de tu vida.

Como dijo J. Marqués...
Perdóname mamá, por todo, 
sabes que vivo en tus ojos
por eso caigo con tus lágrimas.

(Cuánto vivo en tus ojos, entonces...)

Perdón. 
Sabes que te quiero. 
Y gracias.
Adiós, mamá.
Hasta siempre.

4 sept 2013

Nunca queda tiempo para un 'nosotros'.

¿Qué es de mí, sin ti?

No sabes lo duro que es tener que vivir sin ti. Salir a la calle y que todo me recuerde a ti. Acordarme, también, de que ya no estás. Y notar tu ausencia como quien nota la lluvia caer sobre su cuerpo, empapando su ropa, en un precioso día gris de tormenta. 
Pasar delante de aquel lago y pensar en todas las tardes que nos tiramos en las pequeñas barcas azules en las que solíamos perdernos entre el agua. Andar por nuestro parque y recordar aquellos besos robados cuando nos tumbábamos en el césped recién cortado. Aspirar el agradable olor del tabaco y anhelar el sabor de humo de tus jugosos labios. Ver el atardecer y desear volver a vivir todas esas tardes en mi tejado, viendo como el sol bailaba lentamente por el cielo, hasta dejar paso en la pista de baile a la luna, con su precioso vestido blanco amarillento. Mirar el mar y ver tus ojos azules, con matices verdes, entre el agua. Recordarte cada vez que sopla el viento y me estremezco, como si me acariciara, como si fueras tú. Despertarme con los rayos de sol que se filtran a través de mi ventana y no con los rayos que calidez que contenía tu mirada. 
Y no poder más. No poder soportar que todo me recuerde a ti. No poder soportar esta opresión en el pecho.
No te echo de menos, echo de menos todo lo que vivimos. 
Echo de menos todo lo que no pudimos llegar a ser.

Tu y yo
podríamos haber llegado a ser 
más que tu y yo, 
pero solo fuimos
tu y yo. 

(Nunca queda tiempo para un 'nosotros'.)