Despierta mi mente
y te haré volar alto.

16 sept 2013

Anymore.

Te preguntaría mil cosas. Pero tú no me responderías.
Te escribiría mil veces. Pero tú no me leerías.
Te daría mil besos. Pero tú no me corresponderías.
Te dejaría volver una vez, solo una vez. Porque tengo el corazón hecho novecientos noventa y nueve pedazos, y no creo que soporte hacerse añicos mil veces más. No creo que pueda romperse ni una vez más sin que termine habiendo daños mayores.

Lo jodido es que yo lo dejaría todo por ti, y a ti te daría igual. Porque en el fondo siempre te he dado igual. Pero claro, es mucho más fácil engañarse y jugar sin piedad al juego de aparentar. De aparentar amor. De aparentar algo que nunca has sentido. Porque no sabes querer. Ese es tu defecto. A la mínima que alguien te demuestra que te quiere, coges tus cosas y te vas. Mas, esta vez te has dejado algo: A mí. 
Yo era tuya... Y me has dejado aquí.

Sigo sin entender nada. 
Absolutamente nada. 
Y siempre me han dado miedo los 'nada'.
(En mi cabeza solo se repite el 'ya no hay nada, nada, nada...'
Y tengo miedo.
Y tú no estás para quitarme este miedo al vacío, este miedo a que todo se resuma en un final de algo que no empezó).

1 comentario:

Marina Durán dijo...

Cuando decimos que el cabrón al que queremos con locura pero nos trata como si no valiéramos nada es perfecto, nos olvidamos de ese pequeño defecto... No saben querer.